Uno de los mejores. Absolutamente nadie en el trabajo me felicitó por ser mujer. En una empresa donde las autoridades a nivel internacional, nacional y en el piso son mujeres, el 98% por ciento de la fuerza laboral somos mujeres que cuidamos la impecable presentación de nuestros libros, me sentí feliz de vivir en este año y en este siglo como mujer. Trabajo en una empresa donde me contrataron por mi capacidad intelectual, no por mi falda ni por mi escote, sino por mi talento y mi experiencia; me ha costado lágrimas, estrés y mucho trabajo permanecer ahí, no barberías, ni hacerle ojitos a nadie. Ha sido difícil y por lo tanto un orgullo seguir ahí. Somos una fuerza imparable y nos apoyamos cañón. Tenemos nuestros momentos emocionales, sí, hormonales, también, pero nunca hay acoso ni malos planes. Donde la mitad somos madres, comprendemos lo que eso implica y también ahí se siente el apoyo. No somos una empresa de celebraciones vacías y melosas, somos una empresa que celebra que hombres y mujeres trabajamos hombro con hombro para sacar adelante excelencia.
Anoche tuve una experiencia surreal. En la tarde, Eli, me mando llamar para decirme que Oliver y yo iríamos a la imprenta a recoger los libros en los que estuvimos trabajando todo el equipo durante dos arduas semanas incluidos sábado y domingo y que era importante que detectáramos cualquier error para de inmediato corregirlo. Pregunté si regresaríamos y me dijo que sí, que nos iban a estar esperando. No sabía lo que eso implicaba para todos. Llegamos a la imprenta como a las 5:00 y salimos cerca de la medianoche. Cada copia que salía la revisábamos con lupa Oliver y yo y luego la intercambiábamos. En total revisamos 14 libros y sus correcciones. Cuando volvimos a Macmillan con los libros en las manos, como si fueran bebé recién nacidos o algo así, estábamos más que muertos de cansancio. Me sorprendió mucho encontrar las luces del piso apagadas y me saqué mucho de onda, en eso escuché los gritos de sorpresa y de ánimo y aunque al principio me asusté, después me dio mucha risa. Fue un momento de mucho orgullo. Todos nos abrazamos y nos tomamos fotos y fuimos felices.
Y eso significa ser mujer hoy en día. Trabajar en lo que amas, hombro a hombro con hombres y otras mujeres para sacar con excelencia algo en lo que crees.
Y claro, hay muchas otras cosas en las que hay que trabajar y de todos modos tuve que pedir taxi y esperarlo dentro y el viaje a casa siempre lo hago ligeramente asustada y a la defensiva y Thea tuvo que pasar la noche con una amiga porque llegar a su casa a esa hora era demasiado arriesgado y me preocupa que Suhe se vaya en Uber y por extensión Ame.
Pero haber convivido con los hombres buenos anoche me da esperanza.
According to the Renaissance world picture, life was like a wheel of fortune, where you are sometimes up and sometimes down. You just have to remember that when you are up you will eventually come down (to take measures accordinlgy, not to be pessimistic) and when you are down you will not stay there forever, you WILL get on top. In this site entries of the sort will be posted.
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