CASO PERDIDO

Ya sé, ya sé, ya sé que no iba a pensar más en romances y eso, pero no puedo evitarlo y más con tan poco trabajo como en estos días. Pienso, y mucho, en todo, en todos. Bueno, no en todos, todos, solo en dos, el más reciente y estúpido y en el más lejano y bueno, el único con quien me habría casado y por quien habría cruzado el océano.
Leyendo un artículo en Internet me encontré de frente con la pregunta, ¿De qué te arrepentirías de no haber hecho si este fuera tu último día? Y de inmediato, apareció Sean en mi mente y desde adentro me puse gris y triste. No he ido a Inglaterra, nunca lo vi, nunca nos tomamos un café, nunca pasó lo que siempre soñamos, encontrarnos en el aeropuerto. Y por eso no creo en el secreto famoso de pedirle al universo las cosas y que todo se alineará para que sucedan. Luego pensé, si se va Sean es porque el que viene va a ser así como lo máximo. Y el destino me manda al peor patán del mundo. Ya me enojé.